Nació en Hungría y vive en Jérica, Comunidad Valenciana hace más de 20 años. Es madre de dos hijos. Estudió Bellas Artes en su país natal, y al llegar a España se dedicó durante muchos años a pintar paisajes y retratos de personas que habitan el medio rural de la comarca de Alto Palancia, actividad que compatibilizó con el trabajo en hostelería. Se dedica actualmente a trabajar en el Bar Vikingo en el pueblo de Altura, y sigue pintando, creando y construyendo. Para este proyecto quiso visibilizar algunos objetos de memoria importantes en su biografía y vida cotidiana como su pincel, su libreta de apuntes, un atornillador, un cuter, y un cortador de barro, todas ellas herramientas vinculadas a la creación y oficios artísticos como la pintura, cerámica, y carpintería que ejerce desde muy pequeña y con los cuales ha podido construir desde una obra de arte hasta objetos cotidianos como sus propios muebles.